Mi primer viaje sola

El mes pasado hice mi primer viaje sola.

Fui a Madrid, a hacer un curso de inmersión en lengua inglesa de la UIMP, porque me concedieron una beca.

Si alguien está interesado y puede acceder a ellos, le recomiendo muchísimo estos cursos, es una gran experiencia, y aprendes muchísimo inglés. Además de que te dan un diploma, y coges más confianza a la hora de hablar en inglés, y hacer cosas por tu cuenta.

Cuando me inscribí, hace muchos meses, me pareció una buena idea pasar una semana en otra cuidad, en vacaciones de verano con gastos pagados, y de paso aprender inglés. Aunque cuando los días se acercaban me fui poniendo muy muy nerviosa, y entraron los miedos de siempre. ¿Y si no hago amigos? ¿Y si me pierdo o tengo algún problema para ir? ¿Y si no tengo suficiente nivel de inglés y me dan la vuelta? ¿Y si no me arreglo sola?

Yo soy de Asturias, y aunque estuve en Madrid alguna vez, hace muchos años, nunca había ido de viaje completamente sola a ninguna parte, no conocía a nadie de este curso, y suelo tener dificultades con las cosas cotidianas: perderme, olvidar las cosas, problemas para relacionarme, para comer, nervios ...

El primer día (domingo)

El sábado me acompañó mi familia a coger el autobús, y todo el viaje fue bien. Fue un viaje de 6 horas, con una parada para comer, e ir al baño, y estuve viendo películas (bueno y un documental de Stephen Hawking, lo confieso).

Mis nervios iban aumentando a lo largo del viaje, pero por suerte mi novio, que es un amor, estuvo pendiente de mi desde la distancia todo el rato, e incluso hicimos una videollamada al bajarme del autobús, para que no me perdiera en la estación de Madrid que es muy grande, y llegara bien al colegio mayor.

Al llegar me dieron las llaves, y cuál fue mi sorpresa cuando al entrar en mi habitación... ¡Era individual! ¡Con baño y todo! 

Fue un GRAN alivio para mi, si hubiera tenido que pasar una semana de cambios, en un lugar desconocido, con gente desconocida... Y sin un sitio tranquilo donde regularme y recargar las cucharas en soledad, no sé que hubiera pasado.

Así que eso hice al llegar: regularme colocando las cosas de la maleta, planificando, y hacer videollamada con mi novio. No salí hasta la hora de cenar, estaba aterrada por empezar a conocer a la gente y quería posponerlo lo máximo posible. Cuando bajé a cenar me invadió el miedo, estaban todos en la cafetería hablando, en grupitos... Cogí mi comida me senté sola en una mesa vacía y procedí a comer los más rápido posible para irme. Por suerte al rato vino una chica a sentarse conmigo que también estaba sola, y después otra. Estuvimos hablando, nos dimos los teléfonos, creamos un grupo de WhatsApp y al terminar de cenar fuimos a dar una vuelta por los alrededores del colegio mayor.

¡Que suerte tuve!

Estas chicas fueron mi referencia durante toda la semana. Quedábamos a primera hora para desayunar juntas, y en cada rato libre, así no estábamos solas.

Segundo día (Lunes)

¡Empiezan más clases!

A primera hora tuvimos una reunión en el salón de actos donde los explicaban las normas y aspectos fundamentales del curso, y nos repartían según nuestro supuesto nivel de inglés (basado en un test que habíamos hecho en casa). Una vez en las clases, nos harían otra prueba oral para confirmar el nivel y cambiarnos de grupo, y nos cambiaron a la mayoría. En mi grupo inicial estuve hablando y socializando, e hice "amigos". Después me cambiaron a otro grupo un poco más bajo, en el que éramos solo 4. ¡Que maravilla!

Me lo pasé genial esa semana con mis 4 compañeros, incluso podría llamarlos amigos, teníamos clase todas las mañanas y comíamos y cenábamos juntos, así que nos conocimos bastante.

Al terminar las clases, me apunté a una actividad de bailes típicos, nos enseñaron baile irlandés y Haka y fue muy divertido.

Tercer día (Martes)

Al terminar las clases del día no tenía actividad así que fui a la piscina con mis dos amigas del primer día.

En la cena los profesores nos avisaron que necesitábamos billetes de metro para la excursión del día siguiente, así que fuimos a coger una tarjeta de 10 viajes entre las 3 a la estación. 

Por la noche como siempre, hice videollamada con mi novio, que le echaba de menos.

Cuarto día (Miércoles)

Las clases me encantan aunque hay una en concreto en la que lo paso un poco mal. En la segunda clase de la mañana, el profesor nos manda "actuar" insiste mucho en que usemos sarcasmos e ironías, en que cambiemos el tono de voz y a mí no me sale. Lleva varios días repitiéndolo, y a mí me cuesta más que al resto, siempre se mete conmigo (amablemente) porque uso un "tono plano" y dice q eso no es hablar inglés, que los ingleses no hablan así. Me dan ganas de decirle que soy autista para que deje de presionarme con eso pero tampoco quiero que baje el listón por eso, y tal vez con algo de práctica pueda mejorar.

Después de las clases, a las 19:30 toca visita a la cuidad. Quedamos con los profesores en un lugar y tenemos que ir por nuestra cuenta, en metro. Me junte a un grupo, y fui a donde iban ellos para no perderme, en algún punto me agobie y me quede atrás pero por suerte no me perdí (me suele pasar). 

Me gustó la visita aunque hacía más de 40 grados y se pasa un poco mal. Llevábamos dos botellas de agua fría cada uno, que se me calentaron en nada y era un asco. Después fui con algunos amigos al KFC a cenar nos estuvimos riendo y lo pasé realmente genial me sentí integrada y muy bien. Cuando volvimos a la residencia, cada uno por nuestra cuenta, ya era un poco tarde así que me fui a dormir. 

Quinto día (Jueves)

Tras las clases, a pesar de no tener actividades no pude ir a la piscina, porque teníamos que acabar un trabajo en grupo y una presentación.

Nos pasamos la tarde grabando el vídeo para el trabajo, y tuvimos que quedar después de la cena para montarlo fue agotador acabamos súper tarde, y cuando volví a mi habitación tuve que ponerme a preparar mi presentación para hacer en clase el último día. Me eché tarde y estaba nerviosa pero no fue difícil hacer la presentación porque escogí mi tema favorito: el autismo.

Pensé tres puntos principales: rasgos del autismo, mujeres y niñas en el espectro y famosos autistas.

Pensé un poco qué iba a decir de cada tema, apunté las ideas principales y preparé una introducción. Todo en inglés por supuesto.

Antes de que mi novio se fuera a dormir ensayé con él para quitarme los nervios y le gustó mucho.

Sexto día (Viernes)

¡Último día de clases! Estoy a la vez ilusionada, porque quiero descansar ya y tener el diploma, nerviosa por la presentación, y triste porque ya se acaba esta semana y no volveré a ver a esta gente ni a estar aquí, ahora que ya me había acostumbrado a mi habitación, a la rutina, y a la gente.

Las clases transcurren con normalidad hasta las últimas horas, que tocan las presentaciones. Mis compañeros van primero: música, dioses griegos, y super héroes de Marvel son los temas elegidos.

Todos lo hacen muy bien, cada uno a su manera, y todos se pasan de tiempo así que cuando llega mi turno estoy nerviosa, vamos justos de tiempo y todos tienen ganas de acabar.

Me puse un cronómetro, y empecé con la introducción. Era una especie de juego. Los mandé salir de clase a todos, me puse una mascarilla y gafas de sol para que no pudieran ver mi cara, y les fui mandando que entraran uno por uno, y tomando asiento, pero sin darles explicaciones claras de donde se tenían que sentar, de manera que quedaron todos muy confundidos!

Después les expliqué que así es como se sienten las personas con autismo, al no entender gestos, expresiones faciales, lenguaje corporal e instrucciones que no sean claras. Todos los entendieron a la perfección. Seguí con mi presentación, y se notaba que estaban muy interesados en mis explicaciones, haciendo preguntas, sintiéndose de alguna anécdota o ejemplos de literalidad... 

Me emocioné un poco al hablar de mujeres autistas, de masking, de diagnósticos tradíos, de sentirte diferente y  no saber quién eres...

Y el final lo hice más cortito, enseñándoles algunos ejemplos de personas autistas en la vida real, para mostrar que el autismo no es tan raro, que estamos por todas partes, que las personas autistas han hecho grandes contribuciones en todas las ramas de la ciencia, tecnología, y arte, y que somos necesarias para el desarrollo de la humanidad.

Esa fue mi conclusión improvisada y después vino el turno de preguntas, a pesar de haberme pasado de tiempo, no solo no les importó, sino que querían saber más. Me preguntaron como tenían que tratar a las personas autitas, como ayudar, si era genético, cuál es la diferencia entre el autismo y el Asperger, y como no, la pregunta que me esperaba... Si tenía algún familiar cercano o alguien con autismo para que me interesara tanto el tema. Y respondí con total naturalidad que sí, que yo misma era autista, que fui una de esas chicas de las que hablaba con diagnóstico tardío, y que somos muchas más. Pero que no solo aprendí de autismo en mí misma, sino después de conocer y trabajar personalmente con muchos otros chicos y chicas en el espectro.

A mi profesora le gustó muchísimo mi presentación, me dijo cosas preciosas, que me expresaba muy bien que tenía mucha confianza, que podría haberme estado escuchando durante horas, que le encantaría saber más sobre el tema.... Me dijo que se notaba que trabajaba con niños porque lo explicaba todo muy sencillo, con muchos ejemplos, manteniendo todo el rato su atención, y con juegos. Le gustó tanto que me tuvo que cambiar la nota. Tenían pensado ponerme un B2 alto, pero al ver la presentación, la fluidez con la que hablaba en inglés sobre un tema complicado y todas las expresiones y estructuras gramaticales que usé correctamente y con naturalidad me pusieron un C1.

Yo estaba extasiada de felicidad, por haber echo tan bien la presentación, porque ahora sabían más sobre autismo, porque había terminado el curso y tenía un diploma con un C1 en inglés, ¡y porque tenía la tarde y la mañana del sábado libres para ir a la piscina!

Y eso hice, fui a la piscina, y a cenar. Ese día se fue mucha gente q sus casas, y los que quedaban salían de fiesta en su mayoría, para celebrar que habían acabado, pero yo no.

Madrid es un sitio peligroso, que no conozco, y no conocía suficiente a esas personas además de que no me apetecía salir de fiesta. Así que me fui a mi habitación, lo recogí todo y aproveché para descansar.

Último día (sábado)

El sábado me levanté un poco más tarde. Me duché y me vestí para terminar de guardar todo en la maleta, y bajé a desayunar. Poco después me fui, en videollamada con mi novio que me ayudó a pedir un coche, llegar a la estación, y subirme al autobús, y me estuvo acompañando de manera virtual en todo el trayecto, igual que a la ida.

Al llegar estaba toda mi familia en la estación y me hizo mucha ilusión.

Aunque se me hizo raro volver, el viaje me sirvió para madurar, aprender inglés, y sobretodo para tener más confianza en mí misma, de que puedo hacer cosas sola, aunque me cueste un poco. 

Ahora me siento más segura de mí misma y he vivido una experiencia que no olvidaré.