Hace ya 4 años que me diagnosticaron TEA, aunque lo sospechábamos desde mucho antes. La psicóloga no tuvo ninguna duda al hacerlo, y tampoco los otros profesionales que me han tratado.
Sin embargo, a pesar de todo, y después de haberme informado, de la terapia, de los grupos... A pesar de sentirme tan identificada con todas las personas autistas que he ido conociendo -más que en toda mi vida- de cuando en cuando aparece esta amarga preocupación de la que rara vez me atrevo a hablar en voz alta -no vaya a ser que alguien me la confirme.
¿Y si mi diagnóstico está equivocado?
¿Y si lo estoy fingiendo todo para llamar la atención?
¿Estoy viviendo en una mentira, los estoy engañando a todos?
Y es que al fin y al cabo, nadie sabe lo que hay en mi mente.
Así se lo dije un día a mi psicóloga: Tú no sabes lo que pasa en mi cabeza, solo sabes lo que yo te cuento. Pero podría estar mintiendo.
Me produce mucha angustia esta idea, la de ser "una impostora".
Porque estoy llendo a una asociación de autistas en la que recibo terapia, voy a un grupo de habilidades sociales, tengo ayudas y adaptaciones en la universidad, medicación... Y si realmente no lo necesito. ¿Estaría aprovechándome de cosas que no me corresponden?
Aunque si lo pienso fríamente, es evidente que necesito estas cosas. Si no tengo tiempo extra en los exámenes no termino ni uno. Si no me tomo la medicación soy incapaz de concentrarme en nada de clase, ni que requiera atención sostenida. Antes de ir a terapia y al grupo de habilidades sociales me costaba mucho más relacionarme, etc.
Por lo que sé, el síndrome del impostor es más común de lo que parece en las personas con TEA, especialmente las que podemos pasar más "desapercibidas", y una de las mejores estrategias que he encontrado para afrontarlo, es precisamente hablando con gente a la que le pasa lo mismo que a tí, por eso estoy hablando de ello ahora aunque no me guste mucho.
Siempre me da miedo que si lo admito en alto: que tengo dudas de que mi diagnóstico sea correcto, alguien me mirará, y descubrirá que tengo razón, y se me vendrá el mundo encima.... Porque al descubrir que soy autista, toda mi vida cobró sentido. Dejé de ser "la rarita", "la extraterrestre", y entendí que soy autista, y eso está bien, solo tengo otro sistema operativo, y hay más personas como yo.
Hice de mi autismo una identidad, algo que me definió, más que ninguna otra cosa en mi vida, y si me lo quitaran... volvería a no saber quién soy.
Al recibir un diagnóstico de autismo en muchos casos pasa una cosa bastante curiosa.
Y es que empezamos a investigar sobre el tema, a leer experiencias de otras personas, y encontramos cosas con las que nos sentimos muy identificados. Descubrimos que llevamos toda la vida "enmascarando" nuestros rasgos autistas, tratando de aparentar ser neurotípicos para encajar. Y entonces empezamos a parecer "más autistas" a ojos de todos.
A mí esto me pasó mucho los primeros años, hasta que la gente se acostumbró. Porque cosas que no me habían visto hacer nunca -porque las ocultaba. Las empecé a hacer más a menudo, como mis estereotipias. Suelo reprimirlas a no ser que esté con gente de confianza o sola, pero cuando mi familia empezó a verme balancearme, o saltar por casa mucho más a menudo, llevar cascos canceladores de ruido, o colgar pictogramas y ayudas visuales por casa, se extrañaron, y me acusaron de estar "exagerando mi autismo". Cuando realmente solo estaba aprendiendo nuevas estrategias, y aceptando la manera de ser de mi cerebro.
He de decir que finalmente se acostumbraron, y hasta usan mis pictogramas y stim toys de vez en cuando :)
Pero ese tipo de comentarios y acusaciones al principio de mi diagnóstico no hicieron más que incrementar mis dudas e inseguridades, y cuando empecé a estar mejor, a no tener tantas crisis, a hacer más cosas sola y no necesitar tanta ayuda -consecuencia lógica de tener la comprensión y la ayuda que antes no tenía- las dudas aumentan.
Es la pescadilla que se muerde la cola. Cuando actúo "más autista" me encuentro mejor, tengo menos crisis, y entonces tengo dudas. Hasta que quito mis estrategias, y entonces vuelvo a estar mal, vuelven las crisis... Siempre lo mismo.
Si estás pasando por esto, lo primero decir que es normal, nos pasa a muchos (yo diría que a todos). No tienes que ser igual que todas las personas autistas que conoces, ni cumplir todos los "criterios" siempre, porque las personas autistas somos totalmente distintas unas de otras, y seas como seas, está bien!!
Igual que el resto de personas en este planeta, tenemos días buenos y días malos, y eres igual de autista todos los días, sin importar lo que hagas. Porque el autismo va por dentro, no es un conjunto de "comportamientos", sino de experiencias internas, es una forma de funcionar distinta del cerebro, y no dejes que nadie que diga que no eres autista porque "no lo parezcas", no es algo que se vea a simple vista 😊
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